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04 febrero 2011

La Cicatriz (VI). "De regreso".

Una ambulancia toma la ruta nacional 3. Unos 400 kilómetros separan el hospital de mi ciudad. Vuelvo a casa.
Las siguientes semanas se convierten en un reguero de visitas. Disponen mi cama en el salón para que no pase tanto tiempo sola en mi cuarto y pueda entretenerme con el trajín doméstico. Colocan la tele enfrente y me encomiendan la tarea de ir apuntando todos los comunicados del gobierno. Es la guerra de Las Malvinas.
Por las noches, toda la ciudad apaga sus luces. Dicen que es por precaución, por si a los aviones ingleses -apostados en las islas- se les ocurre visitar el país.
A veces me quedo sola y en silencio contemplando el patio de mi casa a través de la ventana, miro al cielo y se me ocurren modos de salir en caso de bombardeo. Alguien deberá cogerme en brazos, yo no puedo moverme. Pero deberá ser alguien fuerte porque mi escayola pesa demasiado.
Cada mañana viene Elba, mi maestra domiciliaria. Damos la lección del día y antes de irse intercambiamos libros, se lleva los mios para sus hijas y me deja los de ellas.
Cierta vez me encarga un trabajo de Ciencias, hacer un germinador. Coloco el papel secante rodeando el interior de un frasco, esparzo unas semillas de alpiste mojadas sobre el algodón de la base y lo cierro.
Con el tiempo, a medida que vislumbro los retoños, también va creciendo el malestar en mi espalda.
La escayola está forrada en su interior por una tela que da bastantes picores. Pero este escozor es inusual y persistente. Cuando viene el médico voy guiándolo hacia la zona en mi espalda de donde emana la picazón. Con una sierra rompe un trozo de escayola y deja un minúsculo hueco a modo de ventana.
Se queda perplejo. Un pequeño brote ha enraizado en mi espalda. Una semilla de alpiste ha cuajado en mi piel.
Y entre mi estupor y las carcajadas de mi madre, cientos de soldados regresan a casa.

8 comentarios :

J.J. Jacobo dijo...

Por fin en casa...ya pasó lo del hospital....¿a dónde nos llevará la historia?.....Gracias por volver a escribir

Claudia Souza dijo...

Gracias a ti, Maquinista, por seguir la historia.

Laura Caro Pardo dijo...

Me pareció genial la somatización de la semilla y el brote de la paz.
Una pasada.
Abrazos.

Claudia Souza dijo...

Más abrazos para ti, Laura. Gracias por leer.
Clo.

Lau dijo...

Clau: que alegria volver a leerte....como antes, ahora desde tandil.

Claudia Souza dijo...

Hola, Lau! La alegría es mía, hermosa. Un abrazo.

Maria Eugenia dijo...

Atenta e intrigante, con ganas de seguir leyendo.
Besitos

Claudia Souza dijo...

Gracias por seguir ahi, Saltar. Más besos para vos.