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10 octubre 2009

De ligeros equipajes


Dicen que al cambiar de continente se da vuelta la vida.
La luna se ve del revés y el agua cae por el desagüe en sentido contrario.
Una mujer se desdobló cuando cruzó el Atlántico.
Venía de una casa de mujeres solas y pasó a ser sólo una mujer.
Vivió la mitad de su vida en cada tierra, se convirtió en residente de su propio mundo porque ningún lugar ya le pertenecía.
Y cuando llegó el momento del recuento, de la decisión que inclinaría la balanza en una u otra dirección, hizo la maleta.
No se supo más de ella.

1 comentario :

Anónimo dijo...

Se busca: mujer perdida entre dos continentes.
Se ofrece: un corazón donde albergarla.